Realicé esta serie fotográfica para una tarea hace 3 años, quería tomar el espacio en el que se encontraba mi abuelita, me parecía particular, diferente, extraño. Tuve problemas con la luz pues había muy poca y mi lente no colaboraba, por ello las fotos no quedaron con la calidad y nitidez que hubiese querido y no las publique en ningún medio digital, pero ahora que mi abuelita se ha ido a descansar, las repaso y reconozco que el grano o ruido con el que quedaron hace parte de ese aura que manejaba el lugar, el espacio intimo que durante 5 años ocupó mi abuela en la casa de mi madre, su territorio, su energía, esa imagen que solo ella nos pudo dejar.
Y por supuesto para empezar un párrafo de aquel poema Ingratitud ...