domingo, 30 de septiembre de 2012

INGRATITUD

Ella es Susana, mi abuela, su memoria llena de casi un siglo de recuerdos se esfuma en el tiempo, recuerda pocas cosas, muy antiguas sobre todo, sus padres, sus tías, su madrina, las mismas historias, no todas reales, se nota que los episodios tristes y traumáticos de su vida los borro de su memoria, son reacciones, con 86 años o con 20 terminamos siempre por obviar lo evidente, por voltear la mirada.


Mi madre, se crió en medio de tangos, libros, baile, rancheras, alegrías, muchas tristezas, poemas … como uno en especial que le enseño su madre, mi abuela, Ingratitud. Oí este visceral poema durante casi toda mi vida de boca de mis tías, de mi madre, pero sobre todo, con pasión de mi abuela. Hasta que al fin me entro la curiosidad, pero en Internet hace 3 años (2009) no encontré nada al respecto, no podía creer que no existiera un registro de este poema que mi abuela se lo debió haber aprendido cuando niña hace más de 70 años.

Ella dice que lo leyó en un diario y de ahí se lo grabo, por eso un día junto con mi madre lo recitaron y lo escribí, lo organice y lo guarde. ¿Puede haber algo más triste y desolado que la ingratitud?. A veces te entran esos arranques de fe, de nostalgias, de coincidencias, de fuerza, esos arranques que te hacen hacer cosas o postergarlas, así fue como un día decidí volver a buscar el poema en la red. Esta vez encontré algunos foros en los que diferentes personas hacen la misma pregunta, “¿Quien es el autor del poema que dice ‘Complicaciones arduas…’ llamado Ingratitud?”, muchos coinciden en “… mi madre lo recitaba” o “… lo encontramos en los documentos de mi padre”, el caso es que en distintos blogs se le atribuye al poeta colombiano Francisco Restrepo Gómez, nacido en 1889. Puede ser que sea cierto, porque la época coincide, lo cierto es que sigue siendo un misterio como toda una generación hizo sobrevivir en su memoria un poema hermoso, duro, trágico, impactante, que nos melló a la siguiente o siguiente generación, no dejemos perder esto, grabemos a nuestros abuelos, hablemos con ellos, así solo nos cuenten sus fantasías deformadas en sus infinitos recuerdos. 

Esta es la versión recordada por mi madre y mi abuela: 

INGRATITUD 

I.
Complicaciones arduas del corazón humano 
Misterios insondables de la naturaleza 
La vida es un problema 
La vida es un arcano 
Y por el mundo agitan su vuelo soberano 
Dos aves de rapiña, la muerte y la tristeza

II. 
Olvidos, desengaños, desilusiones crueles 
Incompasivas almas en ponsoñados senos 
Por todas partes luchas, por todas partes hieles 
Vasos en cuyos bordes hay delicadas mieles 
Y en cuyos fondos hay llanto acíbar y veneno 

III.
La ingratitud es sombra, la ingratitud sin duda 
Es el mayor pecado de todos los pecados 
Es de todas las armas el arma más aguda 
Es una vieja escuálida con faz torpe y ceñuda 
Que tiene por vivienda los pechos depravados 

IV. 
Yo todo lo perdono con voluntad de acero 
Y apuro hasta las heces mi vaso de acritud 
Más perdonar no puede mi corazón sincero 
A un monstruo abominable, aterrador y fiero 
Que habita entre las almas llamado ingratitud 

V.
Perdono al envidioso 
Y al que con lengua insana reputaciones hiere virtudes y honras trunca 
Perdono en sus mil formas a la perfidia humana 
Perdono al que se vende con intención malsana 
Perdono al asesino, pero al ingrato nunca 

VI. 
Porque el ingrato lleva del crimen la cimiente 
Y todos las negruras entre su corazón 
En sus entrañas lleva veneno de serpiente 
Ataca por la espalda pero jamás de frente 
Recibe un bien y en cambio devuelve una traición 

VII.
Ayer en un recodo del áspero camino 
Que cruza mi existencia con gran resignación 
Hallé tendido y débil a un pobre peregrino 
Solicita y amante le di a beber mi vino 
Le di mi franca mano y también mi corazón 

VIII. 
Con ardoroso empeño calme su sed ardiente 
Cubrí sus desnudeces de mísero gitano 
Ungí todas llagas y cariñosamente seque con mi pañuelo 
Su dolorosa frente 
Como si se tratara de mi mejor hermano 

IX. 
Mas tarde los caprichos de la voluble suerte 
Colmaron mi existencia de zarzas y dolor 
Quede sobre la senda rendida mustia inerte 
Como si los caprichos de un hálito de muerte 
Sobre mi ser posaron su gélido sopor. 

X.
Y tuve sed y frío pero ninguna mano me dio a beber su vino 
Ninguna quiso entonces sacarme del pantano 
Y hacer menos pesada la cruz de mi fatiga. 
Y aquel a quien un día mi mano compasiva, cubrió sus desnudeces 
Sirviose de sostén, pasó por mi sendero con actitud altiva, 
Cubierto de riquezas y de oropeles iba 
Y al verme hizo una mueca de orgullo y de desdén 

XI.
Siguió tranquilo y firme sin recordar acaso 
Que alguna vez estuvo con hambre y sin abrigo 
Sin recordar que un día fui sol para su ocaso 
Para sus labios fuente y para su cien regazo 
Y para sus tristezas su más sincero amigo. 

XII.
Por eso resignado humilde y sin encono 
Apuro hasta las heces mi vaso de acritud en brazos del destino sereno me abandono
perdono todo todo pero jamás perdono 
al rey de los delitos al monstruo ingratitud.

5 comentarios:

  1. Annie me alegra mucho mirar este blog, tus fotos, tus relatos, que rico que hagas lo que te guste, tienes un lindo talento, sácale el jugo, ojala la vida te llene de mil bendiciones mas, te quiero y sabes que siempre estarás en mi mente, es difícil olvidar a una mujer como tu , besos laurita :)

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  2. La versión que tengo data de finales de los veintes o comienzos de los treinta, intitulada como: "Escoria Humana". No tengo el nombre del semanario que publicó este poema de Francisco Restrepo Gómez- un magnífico poeta sin duda- Aparte de este tengo en un viejo álbum que fuera propiedad de una poetisa hermana de mi abuelo materno ( María Ahumada de Gómez y su esposo el poeta barranquillero Bartolomé Gómez Varela) otros sonetos y poemas de este autor de quien sospecho era oriundo de la capital del país.
    Saludos y que gusto ver que alguien recuerda a esa olvidada y genial generación de aedas y portaliras¡

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  3. Que bonito recordar y resaltar tan linda poesía. La aprendí de memoria siendo muy niña y encuentro pequeñas diferencias en algunas estrofas. Solo una o dos palabras en ciertas estrofas. De todas maneras muchas gracias por compartir.

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  4. En la casa de mis abuelos tenian un poemario de vários intelectuales del poema como Rúben dario y alli estaba está linda poesia de Cecílio Gomez. Tambien estaban poemas de Júlio sexto y muchas otras

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  5. Qué hermosa poesía, la escuché por primera vez a mis 18 años y decidí aprenderla, hoy 36 años más tarde la recuerdo no al pie de la letra, pero lo suficiente para expresar el sentimiento que me invade en este momento. Resume perfecto a la persona desagradecida. Gracias por compartir esta sabiduría, coincido en que difieren algunas palabras, pero en general muy bien.

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