jueves, 19 de enero de 2017

Cuzco, Perú. La altura de la felicidad

A Cuzco llegamos en la noche del segundo día de nuestro viaje. Me costó adaptarme a los 3470 msnm lo que hizo que nuestros planes se alteraran un poco; ¡pero qué hermosa, fría, turística y acogedora ciudad!


Dentro del aeropuerto de Cuzco en una oficina de turismo, nos regalaron un mapa (que fue mi mejor aliado los siguientes días) y nos explicaron cómo tomar el bus que nos dejara en el hostel (obviamente tampoco íbamos a pagar taxi).

Debido a que el hostel donde nos hospedamos en Lima tenía sede en Cuzco, nos ofrecieron el 10% de descuento reservando allí.

Salimos del aeropuerto y muy fácilmente conseguimos la parada de bus que nos llevó al centro de Cuzco, nos cobró s/1,40 por los dos. Es un bus público, lleno y algo ruidoso, pero no nos arrepentimos; además de que nos encantó el precio, creemos que en estos detalles es que se vive y conoce un lugar.

Como siempre preguntando y preguntando, más el útil mapa que nos regalaron en el aeropuerto, llegamos al hostel Dragon Fly Hostel (el mismo donde nos hospedamos en Lima, por esta razón nos realizaron el 10% de descuento). Nos quedamos en la opción más económica, una habitación compartida con 8 personas por s/30 cada uno.



Ese día en Cuzco salimos a buscar algo de comer por la calle Plateros, la cual cuenta con variedad de restaurantes y desemboca en la Plaza de Armas; elegimos el Restaurante Jardín Cusqueño, rico, agradable y a s/12 el menú. Esa noche granizó.

Vista de la Plaza de Armas de Cuzco desde el mirador de la cruz.

La idea al día siguiente era recorrer el Valle Sagrado hasta Ollantaytambo, dormir allí y al otro día buscar cómo llegar hasta la hidroeléctrica para caminar hasta Aguas Calientes, debido a que desde Ollantaytambo hasta la hidroeléctrica hay cerca de 4 horas. Temíamos que los tiempos no nos dieran para llegar en el día a Aguas Calientes, sobre todo porque el transporte no tiene horario fijo; además el efecto de la altura de Cuzco ya me estaban surtiendo efecto y la fuerza se me estaba yendo.

Tratando de ajustarnos a lo que más nos conviniera, preguntamos en una mini oficina turística dentro del hostel, donde nos recomendaron realizar el recorrido a Valle Sagrado pero volviendo a Cuzco. De  esta manera, nos vendieron el pasaje de bus para el día siguiente, que va desde Cuzco a la hidroeléctrica por s/49 (el plan inicial no era malo ni imposible, solo que requería el 100% de energía, y menos mal no lo tomamos porque no hubiese llegado).


En ese mismo momento nos vendieron el tiquete de tour o Bus Turístico, que va de Cuzco a Puno para el 25 de diciembre, (había leído que era una linda experiencia) pero eso se los contaré más adelante en Bus turístico de Cuzco a Puno. Nota mental: no compren nada con dolor de cabeza o cansados.

Recomendación: Diciembre es temporada baja en Perú, por lo que no hubiese sido necesario reservar previamente el hostel. Por el tamaño de Cuzco, es muy fácil caminar unas pocas cuadras y como siempre preguntando encontrar opciones económicas, hay hoteles de todos los precios, incluso más económicos que en el que estábamos (y más privados).

Una de las 14 catedrales que hay en Cuzco.

A Cuzco volvimos el 23 de diciembre y pasamos Navidad allí, pero eso se los contaré en Navidad Cuzqueña.

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