En enero del año 2012, estuve en Rodero, provincia de Jujuy-Argentina. Aunque fue hace algunos años, tal vez bastantes, aún no puedo olvidar las sensaciones y felicidad que sentí ese día, no puedo dejar de contarlo ni quedarme con las imágenes, aquí la historia.
Rodero se encuentra a 20 kilómetros de la ciudad de Humahuaca en la localidad de Ronque, a unos 3400 msnm, es un lugar pequeño en el que viven unas 60 familias. Nos habían dicho que por esos días, se realizaría el Festival de la Caja y la Copla, por esa razón en una esquina de Humahuaca tomamos un colectivo que nos llevaría hacía este mágico lugar.
Camino a Rodero en el colectivo conocimos a un personaje, según dijo era un periodista de Jujuy capital que iba a cubrir el festival, se sorprendió mucho al encontrarse una extranjera visitando el pueblo. Al llegar a Rodero fuimos al salón principal, allí todo el pueblo comía y nuestro amigo periodista nos presentó al encargado del evento quien nos dio la bienvenida y nos ofreció guiso de mondongo (bastante oportuno ya que teníamos mucha hambre), la gente comía en la oscuridad, en el piso, atendidas como en casa, muy rico, picante, casero, particular.
Después repartieron garrapiñada (maní dulce) y
turrón de maní, el pueblo se reunió a coplear (contrapuntear), las voces, el sonido del
tambor, de la copla, las miradas, el vino, las hojas de coca, la complicidad en las miradas, simplemente genial.
Después vivimos uno de los momentos más emocionantes de todo el viaje: izar la
bandera y cantar el himno nacional, tanto respeto, tanta pasión, tanto amor,
tanta fidelidad, fue muy muy emocionante ver a todas esas personas con el
sombrero en la mano cantando con fuerza, con orgullo, con gallardía, las
palabras, el baile, la alegría, los movimientos.
Luego un momento muy especial que vivimos fue la marcada de las ovejas: algunas personas reunidas en el corral, prepararon una especie de pasta negra llamada Lejía, hecha con cascara de banano a las brasas y hojas de cortadera, la Lejía sirve para mascar coca, la empezaron a repartir con todas las personas que estábamos viendo alrededor del corral, había que recibirla con ambas manos, yo la conserve y la envolví con hojas de coca. Para marcar las ovejas las decoraron con diferentes colores según el clan, les dieron coca y chicha y les cortan un pedacito de oreja, es un momento especial, emocionante, cultural y bastante tradicional.
Cuando terminó este tradicional rito, nos ubicamos en la cancha donde se presentaron varias personas con coplas, danzas y mucho sonido de cajas, en algún momento iniciaron un "simulacro" de carnaval, harina, espuma, diablos, comparsa, alegría y jolgorio, aquí un corto vídeo de ese momento.
Aquí en Rodero no pude aguantarme las ganas y compré chicha de maní y las chicas compraron de maíz, la verdad que me encantó. Este fue un gran día, entrada la tarde, comenzó a hacer mucho frío y se hizo noche, no habíamos llevado lo necesario para quedarnos y por un momento nos preocupamos pues no encontrábamos la forma de volver; pero al final como siempre todo se soluciona y conseguimos que una familia muy amable nos llevara en su auto hasta Humahuaca.
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