domingo, 30 de septiembre de 2012

Rosario - Argentina. El inicio.


Esta historia comienza hace mucho tiempo, fue la sucesión de un montón de sueños, de críticas, de fuerzas, cada vivencia reafirmaba el querer, el salir, el caminar, empecé por viajes pequeños, primero fue una idea, un sueño, un ideal, un propósito hasta que por fin se convirtió en una realidad.  Ha sido una de las mejores decisiones que he tomado y una de las mejores luchas que he llevado, estoy orgullosa porque aunque no salió como esperaba fui libre… y dice así:

Monumento a la bandera, Rosario-Argentina.

Los primeros pasos.

Todo comenzó un viernes 16 de diciembre, esa época en donde siempre los sentimientos afloran, donde recordamos, esa época en la que es común hacer balances de lo que hicimos y de lo que no. Para mí, fue una época de decisión, de recomenzar.  Aunque la noche anterior en compañía de fernet y buena música habíamos estado riéndonos, plasmando momentos en fotografías y recordando la vida, siendo felices y sí, despidiéndonos de esos dos años de vida juntos con mis queridos amigos, ese día me levante muy temprano, llena de sentimientos encontrados, de amores y de odios, de angustias y alegrías, de miedos y certezas, sabiendo que era mi último día en mi maravillosa Buenos Aires, sabiendo que eran mis últimos minutos con mis amigos del alma, esos amigos de luchas, de borracheras, de lágrimas pero sobre todo de alegrías infinitas, mis compañeros de aquella etapa en la vida que ahora dejaba atrás.


Aunque me levante temprano llegue tarde a la estación de trenes de Retiro, y sí, perdí el colectivo, pero solo para demostrar que mi primer milagro ocurría ese mismo día.  Maravillosamente un empleado de la empresa de transporte me cambió el ticket para una hora después, así, una hora más tarde de lo previsto, arrancaba de aquella ciudad llena de furia.  El viaje perfecto, pero estaba muy nerviosa.  

Rosario.

Llegar a Rosario y a la casa de el gran Nacho fue fácil, en el terminal preguntando busque la parada de bus, y allí mismo otro milagro, un señor mayor quien resulto ser amigo del colectivero (así llaman en Argentina al conductor del colectivo), me acompañó en el colectivo para indicarme donde bajar, ahí empecé a entender donde estaba y todos los procesos mentales que debía cambiar.



Fragmento de un poema en el Museo de la Ciudad de Rosario

Describir y enumerar cada milagro acontecido seria tedioso porque sin querer ser pretensiosos todo el viaje fue un milagro, por lo menos para mí, ser cargado de muchísima fe.  

Rosario es una ciudad hermosísima, dicen que es Buenos Aires chiquito, la gente es linda, es tranquila, pero siempre hay algo que hacer, es bastante cultural y muy organizada, como dirían, es un vividero.  Nacho me dio mucha libertad de movimiento pero siempre estuvo ahí, recorrí toda la ciudad en bici y fue lo mejor que pude haber hecho.


Museo de la ciudad de Rosario.

Nacho.

A Nacho lo conocí gracias a la red www.couchsurfing.org una red increíble donde intercambias hospedajes con gente desconocida, sí, ya sé que quien me oye y me lee me dice que estoy loca pero funciona, créanme, en realidad funciona.  Pero hay que confesarlo, al principio me puse muy nerviosa y los nervios del primer intercambio se compensaron gracias a la experiencia de conocer un lugar desde un hogar oriundo y cotidiano. 


Nacho, en uno de nuestros paseos en bici

Nacho es una persona increíble, es descomplicado pero analítico, me brindó toda su confianza y me mostró Rosario de una forma fácil en realidad me sentí muy cómoda, él ama a los colombianos y tiene experiencia en esto, en intercambiar en ofrecer, en dar.  Esos días en Rosario me encantaron, compartir con sus amigos, las fiestas, el asado y la tranquilidad, los paseos en bici por encima de todo (aunque me cansara), las playas de La Florida y las historias que Nacho tiene detrás de cada paso. 


El encuentro con mi patria hermana.

Hubo un día, el sábado, Nacho me dijo que teníamos un asado de inauguración de la casa de una conocida suya, así que le compramos unas plantitas de menta, hierbabuena y una matera (maceta), y nos fuimos cada uno en su bici. Al llegar, nos encontramos con un gran edificio y un hermoso departamento, debo confesar que por un momento nos miramos y pensamos, ups que hacemos aquí? Nuestra ropa no coincidía con un visitante de ese lujoso barrio, pero qué más da, seguimos, era un hermoso lugar, una terraza gigante, todo dispuesto, comida, pan, vino, cerveza, carne, vino, carne, cerveza y para que, unos anfitriones como dirían en Argentina muy copados.

Confieso que encajar es bastante difícil, llevaba un día en conocer a Nacho y una hora en conocer a los demás, pero ahí estaba una Venezolana sentada a mi lado, gracias a nuestra sangre hermana empezamos a hablar y vaya que nos entendimos, nos entendíamos, las dos nos hicimos compañía y hablábamos el mismo idioma, al final después de un rato pusimos salsa y bailamos, je que bueno, que bueno sentirte latino y sentir esa alegría de ser eso, hermanos.   




Con Audrey, la venezolana con quien tuve la fortuna de encontrarme

De más está decir que la vista desde la terraza del edificio era espectacular, espectacular dije? No, era increíble o como me explico para que me entiendan, era eso una tranquilidad, una brisa un sentir un pensar en nada, un no tener afán, un no me importa porque con esto tengo.



La vista desde la terraza del edificio.  El fondo negro es el río y las luces amarillas del fondo que se reflejan en el agua son de un barco que iba pasando en ese momento. 


Museo de La Ciudad de Rosario.

El resto del tiempo en Rosario me dedique a pasear, a recorrer en bici la ciudad y a conocer museos, parques, plazas, calles, y lo que el camino me mostrara.


Y ahí estaba yo





Una maravillosa instrucción para leer poemas


El encargado del museo vigilando, yo fotografiando y el reloj apurándonos


Monumento Nacional a la Bandera.


Lugar bastante turístico en Rosario, es solamente una construcción imponente allí, fue donde el General Manuel Belgrano izó por primera vez la bandera argentina.






Es un lugar de encuentro, de descanso, de paso, tipo plaza,
además de ser turístico y lindo para fotografiar

Partir. 

Después de preparar unas cuantas arepas para el desayuno a Nacho, salí de Rosario el lunes 19 de diciembre;  un colectivo me llevó por AR$140 a Córdoba Capital. 

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